Las cerdas hiperprolíficas: retos futuros

Resumen

Gracias a la selección genética tenemos cerdas con más de 15 lechones nacidos totales. No obstante, esta es solo una de sus características, el rendimiento de los cerdos en el engorde ha posicionado a las genéticas hiperprolificas en lo alto.
Para conseguir los mejores resultados, debemos ser muy cuidadosos con el manejo de estas genéticas, especialmente ahora ante las nuevas normativas. Para superar los retos del futuro debemos trabajar desde el nacimiento de los lechones con un enfoque multidisciplinar. Para ello, las herramientas de las que disponemos son sanidad, manejo y nutrición. Prevenir y controlar con vacunas y tratamientos terapéuticos con antibióticos. Igualmente, una temperatura y densidad adecuadas en los alojamientos, así como asegurar la calidad del agua y del aire, etc., aportando una dieta rica, que sea fácil de asimilar por los lechones y segura en un entorno sin ZnO, nos ayudarán a superar satisfactoriamente estos retos.

Palabras clave: cerda hiperprolífica, selección genética, manejo, ambiente, nutrición

Abstract

Hyperprolific sows: future challenges

Thanks to genetic selection we have sows with more than 15 total born piglets. However this is only one of its characteristics, the performance of fattening pigs has positioned hyperprolific genetics at the top.
To achieve the best results, we must be very careful managing these genetics, especially with the new regulations. To overcome the future challenges we must work from the birth of the piglets with a multidisciplinary approach. We have the next tools for this: health, management and nutrition. To prevent and control with vaccines and therapeutic treatments with antibiotics. In the same way, an adequate temperature and density at he housing, as well as ensuring the quality of water and air, etc., providing a rich diet easy to assimilate for the piglets and safe in an environment without ZnO, will help us overcome successfully these challenges.

Keywords: hyperprolific sow, genetic selection, management, environment, nutrition.

No obstante, no es oro todo lo que reluce y el manejo de este tipo de genéticas se aleja del manejo tradicional en varios aspectos, como puede ser, en los programas de alimentación, el riguroso manejo en la sala de partos (atención del parto, encalostramiento, adopciones, etc.) y la calidad de las instalaciones, además de un personal cualificado e implicado, el cual es cada vez más difícil de conseguir y mantener.
Todos estos “pequeños detalles” van a marcar la diferencia en cuanto al éxito y supervivencia de los lechones en las siguientes fases de producción, más aún con la retirada del oxido de zinc pisándonos los talones y las restricciones en el uso de antibióticos.

Selección genética

En la década de los 90 del siglo pasado, las casas de genética invirtieron muchos esfuerzos en seleccionar sobre la línea materna, para conseguir aumentar el tamaño de la camada. Poco después vieron que de nada servía tener más lechones, si no éramos capaces de destetarlos. Por ello apareció en los programas de selección el número de lechones que sobreviven cinco días después del nacimiento, más conocido como Lp5. La selección sobre este carácter ha permitido mejorar aspectos como el número de lechones nacidos vivos, así como cerdas con un buen carácter maternal (p. ej. las cerdas que menos lechones aplastados tienen). No obstante, se plantean nuevos retos en el sector porcino que nos conducen a la necesidad de que las cerdas sean capaces de destetar un número considerable de lechones por sí solas y con un manejo mínimo, ya que la mano de obra competente es un bien escaso. Por esto mismo, se está trabajando cada vez más en caracteres que influyan sobre el peso de los lechones al nacimiento, ya que el 90 % de los lechones que nacen por encima o en el peso promedio sobreviven al destete, mientras que los lechones que nacen con un 10-15 % por debajo del peso medio, solo tienen un 50  % de probabilidades de sobrevivir (Tom Rathje et al., 2018), y sobre la producción láctea de las cerdas, lo cual permitirá destetar más lechones por parto. No obstante, la heredabilidad de este último carácter es baja, tan solo del 7 % (Rex Walters, 2015) (figura 1).
 

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