El perro sangrante: diagnóstico y tratamiento

Estabilización
En los perros con sangrado, la prioridad es la estabilización. Deben examinarse los principales sistemas del organismo (cardiovascular, respiratorio y neurológico) y procurarse cuidados de apoyo. Esto debe tener prioridad sobre toda posible prueba, aunque se pueden tomar muestras y realizar pruebas de forma paralela al tratamiento estabilizador. Muchos pacientes con sangrado presentan signos de inestabilidad cardiovascular, que suele requerir fluidoterapia para tratar la hipovolemia. En general, una fluidoterapia en bolo de 5-10 ml/kg de un cristaloide isotónico como el de Hartmann durante aproximadamente 10-20 minutos es beneficiosa si se sospecha hipovolemia. Luego se puede repetir la exploración física para verificar la mejora del estado cardiovascular, y se pueden administrar más bolos según sea necesario. También puede haber inestabilidad respiratoria y neurológica, sobre todo en pacientes con traumatismo, para la cual se debe administrar tratamiento sintomático.

En el perro, la hemorragia es secundaria a una de las siguientes causas:

• Traumatismo (incluido el iatrogénico, es decir, una cirugía)
• Coagulopatía
• Masa sangrante (en la mayoría de los casos neoplásica)

Por lo general, la anamnesis y una exploración física minuciosas permiten detectar un traumatismo. Sin embargo, puede ser más difícil determinar si hay una neoplasia hemorrágica o si un paciente es coagulopático. En el primer caso, el paciente generalmente solo presentará sangrado en un lugar, aunque este también puede ser el caso de los pacientes coagulopáticos. Sin embargo, las pruebas de diagnóstico por imagen generalmente permiten detectar una masa con bastante facilidad.

Esta conferencia se centrará en el paciente coagulopático, describiendo cómo una estrategia lógica puede ahorrar dinero al cliente y aumentar el éxito en la detección de la causa subyacente. [...]