Sondas y catéteres: sus medidas y cómo elegir los que necesitamos

El diámetro o calibre de los catéteres se puede clasificar en función de varios sistemas de medida, aunque pueden aparecer pequeñas diferencias entre fabricantes e incluso entre unidades de un mismo fabricante. La capacidad inflamatoria de las sustancias que se van a perfundir es uno de los factores que se deben tener en cuenta a la hora de elegir el tamaño más adecuado para el paciente.

La administración por vía endovenosa/ intravenosa de fluidos, electrolitos y medicamentos se considera la vía más rápida, efectiva y simple en pacientes que precisan atención, lo que justifica que sea la forma de tratamiento frecuentemente elegida para muchos pacientes: ingresados, en urgencias, en el quirófano y en otras ocasiones en las que se precisa un tratamiento complejo, combinado o que requiere un cuidadoso control de dosis, de velocidad de infusión y de sus efectos. Para disponer de un acceso venoso, podemos elegir distintos tipos de dispositivos con diferentes características en cuanto a su longitud, diámetro y materiales. La elección se basará en la edad y el tamaño del paciente, la calidad y el calibre de los posibles accesos venosos, el nivel de colaboración del paciente, los objetivos de uso, el tiempo previsto de utilización, la agresividad de los fluidos y medicamentos que se van a perfundir y, también, en las propias características del catéter. Básicamente disponemos de tres tipos de catéteres:

• Catéter venoso periférico: podemos optar por catéteres cortos o por catéteres de longitud media.
• Catéter central de canalización (inserción) periférica: CCIP (en inglés: PICC, peripheral insertion central catheter).
• Catéter central: con opciones de planificar una duración corta o larga del tratamiento y con una o varias luces independientes en el grosor del catéter.

Un catéter venoso de acceso periférico es aquel cuya canalización se realiza a través de una vena periférica: dorsales metacarpianas o metatarsianas, radial, cubital, cefálica, braquial superficial, safena, femoral o yugular externa. La implantación de la punta del catéter puede ser periférica (un catéter corto o de longitud media) o central, a nivel de la vena cava superior (catéter largo en el caso del CCIP). Nos centraremos en las características y usos de los catéteres periféricos cortos, ya que son los que utilizamos con mayor frecuencia en la clínica de animales de compañía. En la figura 1 se pueden apreciar las distintas partes de un catéter venoso periférico corto.

Materiales de fabricación de los catéteres venosos

Históricamente se fabricaban de PVC y de polietileno, lo que los hacía más rígidos (esto sería una ventaja en muchos casos en veterinaria, ya su inserción es más fácil). En la actualidad los de estos materiales están en desuso ya que, además de por su rigidez (que, una vez han sido insertados, se convierte en un inconveniente), estos catéteres se caracterizan por tener una elevada capacidad trombogénica y de adherencia bacteriana, lo que favorece la aparición de infecciones y flebitis. Después se fabricaron de teflón, lo que supuso una mejora en su flexibilidad y tolerancia por parte del paciente. El teflón, PTFE o politetrafluoroetileno es un polímero similar al polietileno. Este material se utilizaba también en la industria y en utensilios de cocina y, al calentarse a elevadas temperaturas (260ºC), emite partículas tóxicas. Al ser prohibido desde el año 2020 en España y en todos los países firmantes del convenio de Estocolmo, va desapareciendo de los catálogos de catéteres venosos, aunque se permiten para ciertos usos y en este en concreto no suponía ni supone ningún riesgo de liberación de partículas tóxicas. Recientemente se fabricaron de poliuretano, más flexibles, maleables y biocompatibles que los de teflón. Más tarde estos catéteres de poliuretano se mejoraron con poliuretano Vialon, que reduce la incidencia de flebitis. Algunos fabricantes incorporan distintos compuestos para conseguir un efecto radiopaco y que los catéteres puedan visualizarse en radiografías. Se producen también nuevos catéteres de silicona; muy flexibles, resistentes, con baja capacidad trombogénica y alta bioestabilidad. Su inserción es más delicada y su coste económico mayor. Los modelos iniciales estaban dirigidos hacia catéteres más largos (catéteres medios y centrales de inserción periférica). Más adelante han aparecido nuevos catéteres de silicona más cortos, que tienen muy baja capacidad trombogénica o de adherencia bacteriana y una excelente tolerancia y durabilidad una vez insertados. Estos últimos de silicona resultan más cómodos para el paciente una vez insertados, pero en perros y con frecuencia en gatos, el grosor, la elasticidad y la resistencia de la piel pueden hacer más compleja su inserción, y su coste económico sigue siendo bastante más elevado que en el caso de las demás opciones.

Tamaño de los catéteres

El diámetro de los catéteres, agujas y sondas tiene dos sistemas de clasificación según el diámetro externo del catéter: Gauges (calibre) y French o Charrière (francés). Además, en muchas ocasiones encontraremos indicadas en el envase las medidas de su diámetro y longitud en milímetros o en pulgadas (1 pulgada = 2,54 centímetros). [...]